MADELEINE MCCANN: CASO SIN RESOLVER

La desaparición de Madeleine McCann se produjo el 3 de mayo de 2007 cuando su familia se encontraba de vacaciones en un hotel de Praia da Luz, en el Algarve, Portugal, y fue reportada como secuestrada de un apartamento ubicado en la zona central del lugar protegido, donde estaba alojada su familia.


Kate y Gerry McCann formaban junto a sus tres hijos una familia perfecta. Ella es médica generalista en Melton Mowbray y él cardiólogo en el Hospital Glenfield de Leicester. Aparte de Madeleine, ambos tienen dos hijos mellizos, Sean y Amelie y vivían en Rothley (Inglaterra).

Los McCann viajaron a Praia da Luz, en el Algarve, donde se hospedaron en el Ocean Club, un complejo de apartamentos y casas de vacaciones que ofrece actividades deportivas, además de bares y restaurantes.

Los padres ansiaban un poco de tiempo para ellos, lo que dañaría después su imagen pública. Las instalaciones del resort daban la posibilidad de dejar a los niños en un club infantil por unas pocas horas, ocupadas en clases de tenis y otras actividades. El Ocean Club también tenía una guardería de actividades nocturnas, donde los padres podían dejar a sus hijos por la noche y recogerlos más tarde. Pero los McCann no optaron por utilizar este servicio.

Junto con otros padres, decidieron dejarlos en el apartamento y controlarlos estrictamente cada treinta minutos. El apartamento 5A estaba justo al otro lado de la zona de la piscina respecto al restaurante donde cenaban cada noche a eso de las 20:30.

Justo antes de las 22:00, Kate McCann caminó los cincuenta metros desde el restaurante hasta su apartamento, el 5A. Según su testimonio, cuando entró en la casa por la planta baja, a través del patio, le llamó la atención que la puerta de la habitación de los niños estaba abierta de par en par. También lo estaba la ventana, con la persiana levantada. La cama de Madeleine estaba vacía. En ella sólo encontró a Cuddle Cat –el peluche inseparable de su pequeña- y la manta rosa de princesas con la que la niña se acurrucaba cada noche para conciliar el sueño. Tras revisar, presa del pánico, varios rincones del apartamento, salió corriendo hacia la mesa donde estaban reunidos sus amigos gritando “¡Madeleine ha desaparecido!¡Alguien se la ha llevado!”.

“El dolor, el terror y la impotencia abrumadora que sentí entonces son indescriptibles”, asevera en el libro que publicó Kate en el año 2011 para explicar su versión de los hechos y, en parte, también acabar con las dudas sobre una supuesta implicación de la pareja en la muerte de su hija.

El apartamento del complejo hotelero donde se hospedaron los McCann en Praia da Luz y donde se puede observar la ventana de la habitación donde dormía Madeleine la noche de la desaparición (AFP)

La desaparición fue reportada a la policía poco después de las 22:00. El personal y los huéspedes en el complejo buscaron hasta las 04:30. Mientras, notificaron a Interpol y sellaron la frontera con España así como todos los aeropuertos en Portugal y España.

La relación entre los McCann y las autoridades portuguesas fue complicada. Un gran problema fue el frenesí mediático. Que los McCann no consultaran a la Policía Judicial antes de hablar con los periódicos y de conceder entrevistas a televisiones de todo el mundo, a veces a diario, los ponía nerviosos. La falta de respeto de la pareja hacia la Policía Judicial fue evidente cuando, al principio, ésta los acusó de no estar a lo que debían cuando su hija desapareció. Posteriormente, Kate y Gerry se convirtieron en arguidos (sospechosos formales, en el lenguaje del sistema legal portugués), y la PJ lanzó la teoría de que la pareja había matado a Madeleine y enredado a la policía en una farsa.

Posibles restos de Madeleine en el maletero del coche de sus padres

En julio de 2007 la investigación dio un giro al encontrarse restos de sangre y otros fluidos de la pequeña en el apartamento familiar y en el coche que los McCann alquilaron dos semanas después de la desaparición de la niña. El 6 de septiembre de 2007 se declaró oficialmente sospechosos a los padres de Madeleine por la “muerte accidental de su hija”. Kate y Gerry declararon durante más de 16 horas, pero no fueron capaces de explicar cómo llegaron los restos biológicos de su hija a un coche alquilado después de la desaparición. No obstante, quedaron en libertad.


Precisamente, el exinspector Gonçalo Amaral apunta en su libro que la niña debió fallecer al caer accidentalmente de un sofá del apartamento. Además, revela que un matrimonio irlandés identificó a Gerry McCann como el hombre que llevaba una niña en brazos la noche de los hechos, cerca del lugar donde fue vista por última vez Madeleine. Un hombre al que vieron algunos testigos.

A los supuestos restos de sangre de Madeleine hallados en el coche alquilado por sus padres, cuya completa autenticidad desmintió la Policía Judicial portuguesa, se añade el hallazgo en el maletero del vehículo de una significativa cantidad de pelo coincidente con el ADN de la menor desaparecida en Portugal. Hasta los propios medios británicos comienzan a hacerse eco de las sospechas de parricidio, mientras Gerry McCann sostiene que tanto él como su mujer están "cien por cien confiados en la inocencia del otro".

Según informaciones difundidas por la cadena 'Sky News' recogidas por OTR/Press, tanto la sangre hallada en el coche alquilado por el matrimonio McCann 25 días después de la supuesta desaparición como otros restos biológicos coinciden con el ADN de Madeleine. De esta forma, la Policía localizó en el maletero del vehículo una gran cantidad de pelo de la menor que no podría haberse desprendido por el simple contacto de una manta, por ejemplo.

Sin embargo, el director nacional de la Policía Judicial portuguesa, Alipio Ribeiro, realizó una declaración ante los medios lusos, situación inédita dado que el caso se encuentra bajo secreto de sumario. En ella, Ribeiro precisó que aunque los primeros análisis señalan que los restos hallados indican bastantes posibilidades de que sean de la pequeña de cuatro años, "no es verdad que se diga expresamente en algunos de los exámenes concluidos, y en los informes que han llegado a Portugal, que se haya encontrado una coincidencia total con el ADN de la niña".

Esta pista puso a los padres en la pequeña en la lista de investigados del caso. Un extremo que en 2008 la fiscalía descartó cuando archivó la causa por falta de pruebas. Desde entonces, la hipótesis principal que se baraja es la del secuestro.

Murat y Malinka

El 14 de mayo de 2007 la policía inspeccionó Casa Liliana, un chalet propiedad de la ciudadana británica Jennifer Murat, que vivía cerca del apartamento de los McCann. Policía y forenses interrogaron a toda la familia Murat, drenaron la piscina, y el siguiente paso fue tomar declaración a Sergey Malinka, un hombre de origen ruso, que había realizado una web para la familia Murat.

Tanto los Murat como Malinka se habían intercambiado llamadas sobre el caso Madeleine, por ello se comenzó a sospechar de él. El ruso declaró siempre su “inocencia” y pese a que los amigos de los McCann aseguraron haberlo visto fuera del complejo la noche de la desaparición de la pequeña, su madre confirmo que Malinka se encontraba en casa.

En el quinto aniversario de su desaparición, se elaboró un retrato robot para mostrar cómo sería Madeleine a los nueve años

La mujer de púrpura

La 'mujer de púrpura' puede ser la última oportunidad para saber que pasó la noche del 3 de mayo de 2007 con Madeleine McCann.

Murat explicó qué fue lo que observó la fatídica noche: "Vi a la mujer parada en la esquina. Llamó mi atención porque ella estaba vestida toda de púrpura. Me pareció extraño. Me pareció raro, particularmente para una mujer, estar parada sola en la calle de nuestro resort, solo mirando el edificio".

"La mañana siguiente, escuchamos que una pequeña niña se había perdido, y luego le dije a la policía acerca de la mujer que había visto afuera. No la reconocí y no tenía una pista de quién podía ser, pero parecía un poco sospechosa", agregó el testigo.

Lo cierto es que ahora, el cuerpo de investigadores que mantiene con vida las pericias en torno a qué pudo ocurrir con Madeleine está en Bulgaria, en búsqueda de esta misteriosa mujer que podría arrojar luz sobre el caso más emblemático de desaparición de niños de las últimas décadas. Y quizá, la última oportunidad para saber qué ocurrió con la pequeña, más de diez años después de su misteriosa partida.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

Comentarios

  1. Magnífico articulo que nos deja el mal sabor de boca de pensar que hubo fallos en la investigación y la desconfianza de unos padres hacia la policía. No creo que se pueda resolver dado que faltan muchos eslabones y muy poca colaboración por algunas partes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

AMANDA KNOX. ¿QUÉ ES PREFERIBLE? ¿CIEN CULPABLES EN LA CALLE O UN INOCENTE EN PRISIÓN?

"MINDHUNTER", LA SERIE QUE TODO CRIMINÓLOGO DEBE VER