ENTREVISTA A ÁLVARO BOTIAS BENEDIT
Hoy ha accedido a hablar con nosotros Álvaro Botias Benedit (Córdoba, 1985). Ingeniero Químico por la Universidad de Granada, se denomina a sí mismo como feminista. Álvaro es, además, Inspector de la Policía Nacional, y actualmente se encuentra al frente del Grupo de Investigación de la Unidad de Familia y Mujer de Málaga (UFAM), donde ingresó en mayo de 2015. Desde su posición, combate a diario la violencia por razón de género. Además, está formándose en Criminología, pues le interesa la Victimología, sobre todo en su vertiente dedicada a las víctimas del maltrato machista.
Álvaro en la presentación de su libro |
Autor del libro “La lucha contra la violencia de género: Vivencias de un Policía”, publicado en abril de 2018, Álvaro narra seis historias reales basadas en investigaciones reales desarrolladas en el Grupo de Investigación de la UFAM de Málaga. Cada historia contiene una serie de reflexiones del Inspector, que cree de forma vehemente en la supervivencia de las víctimas de la violencia de género.
Álvaro ha accedido a responder a unas preguntas para “Sólo para Criminólogos”. ¡Muchas gracias!
P. ¿Qué fue lo que le hizo decantarse por ser Policía? ¿Y en qué momento decidió que dedicarse a las víctimas era lo que más le gustaba?
R. Buenas tardes. En primer lugar agradeceros este espacio en el que visibilizar a esta lacra social. Sin más preámbulos, entramos en faena.
Yo diría que mi vocación fue tardía. Me explico: en la adolescencia era una profesión que me llamaba la atención, sin embargo, una vez terminé selectividad opté por asistir a la Universidad. La decisión la tenía muy clara. Iría a Granada a estudiar una Ingeniería.
Una vez finalizada la carrera y en vista de que la profesión no me llenaba, recuperé esa inquietud por la Policía y decidí presentarme a Inspector. De ahí hasta hoy, feliz como una perdiz.
Lo de las víctimas fue algo sobrevenido (lo explico con detalle en la introducción del libro). Hace tres años y medio no se me pasaba por la cabeza trabajar en violencia de género y en la actualidad, no me veo en otro sitio. Cosas del destino.
P. Usted es Ingeniero Químico. ¿Qué le inspiró a dar el salto a la literatura?
R. Creé un blog allá por el 2013, cuando estaba destinado en Vélez-Málaga. La verdad es que mi pasión por las letras venía de atrás, pero sería ese año cuando decidí empezar a publicar entradas y compartirlas en "El pequeño rincón de Álvaro". Al principio escribía de todo, sin tener un tema definido. Ya a partir de 2015, con el inicio de mi andadura en la Unidad de Familia y Mujer, decidí centrar la temática del blog en violencia de género, igualdad y delitos contra la libertad sexual.
Lo del libro fue un salto inesperado, una idea que surgió "de sopetón" en el mes de marzo. Decidí contar mis vivencias para concienciar y demostrar que hay salida. Y así lo hice.
P. ¿Ha recibido críticas por calificarse a sí mismo como “feminista”?
R. Ninguna. De hecho me inicié en Twitter el pasado mes de abril y todavía no he tenido el honor de sufrir el ataque de ningún "troll". El feminismo es necesario, la igualdad es de justicia. Nada más.
P. ¿Qué les diría a aquellas personas que opinan que los policías no ayudan a las víctimas de violencia de género en el momento de interponer la denuncia?
R. Le diría que la Policía del siglo XXI está especializada y lo que es más importante, implicada en esta lucha. Hay una gran colaboración entre instituciones y unas ganas locas por tender "manos amigas" a las mujeres que lo necesitan.
P. En su libro, relata casos de maltrato que ha conocido durante sus años de experiencia. ¿Qué puede decirnos de las víctimas? ¿Cree usted en la resiliencia?
R. El único requisito para ser víctima de violencia de género es ser mujer. De hecho, para demostrar esta afirmación, he elegido diferentes perfiles de mujeres con las que mi Grupo y yo hemos tenido el placer de contactar.
Es cierto que hay colectivos que la sufren en mayor medida; que hay que tener en cuenta factores de riesgo (alcoholismo crónico, nacionalidad, nivel de instrucción, haber sufrido maltrato en el ámbito doméstico de niño...) y de protección (apoyo familiar, por ejemplo); y que no podemos obviar estos datos, porque sirven para elaborar planes de prevención específicos. Sin embargo, fuera de las estadísticas, era necesario demostrar que cualquier mujer está expuesta al machismo, al ataque del patriarcado. Esto permitirá que podamos ayudarlas y sobre todo, que no las juzguemos.
Creo en la resilencia. Es más, esta capacidad en el ámbito de la violencia de género va de la mano de un término que acuñó el feminismo: el empoderamiento. Tenemos que darle las herramientas para que superen la situación y se reconstruyan. Hay salida.
P. Hablemos sobre los agresores. Las víctimas tienen derecho a superar dicha fase en su vida, pero ¿qué opina de la resocialización de los maltratadores?
R. Opino que tienen el mismo derecho a recibir tratamiento de rehabilitación (si ese es su deseo). No podemos perder de vista que los tratamientos penitenciarios son voluntarios y parten de una premisa ineludible: que el agresor (o en este caso, condenado por sentencia) asuma que necesita ayuda y se reconozca responsable de los hechos por los que se le ha castigado. En España la resocialización se tiene muy presente y debemos creer en ella.
P. ¿Considera que existe un patrón de conducta tanto en la posición de agresor como en la de víctima de violencia de género? ¿Son dichas conductas aprendidas?
R. Aquí voy a optar por contestarte a medias. El motivo es simplemente que se escapa un poco de mi ámbito de competencias. Espero que lo comprendas.
En el libro hablo de elementos comunes en el comportamiento de multitud de agresores. Son buenos manipuladores, maestros de la argucia y hábiles en las relaciones sociales. En las víctimas, debo volver a insistir que el único aspecto constante es el sexo. Son siempre mujeres.
P. Ahondemos más en su libro. ¿Por qué decidió contar esas seis historias concretas y no otras que haya conocido en su trayectoria como Inspector?
R. Son historias que, de una manera u otra, nos han marcado. Estas mujeres y las investigaciones desarrolladas en torno a sus casos dejaron huella en mí y en mis Policías.
Además, como antes comenté, consideré interesante elegir perfiles de mujer dispares. Puedes encontrar una adolescente, que llegó a nuestras manos con tan solo 15 años, o una mujer de más de 60. Esta última llevaba la friolera de 30 años bajo el yugo de su maltratador. También decidí ahondar en los delitos que se introdujeron en el Código Penal el pasado 2015: el acoso u hostigamiento y el sexting.
En definitiva, casos complejos con finales felices. Relatos de supervivientes.
P. Por último, ¿podría dar algún consejo para erradicar la violencia machista?
R. Podría dar muchos consejos. Sin embargo, para que cale y se centre la atención al 100%, daré solo uno: educación, educación, educación... Y así hasta el infinito. Necesitamos educar en igualdad y dotar de perspectiva de género a toda la enseñanza. De esa forma podremos prevenir y reducir la incidencia de la violencia de género.
ENLACES DE INTERÉS:
Twitter personal de Álvaro Botias Benedit
Libro "La lucha contra la violencia de género: Vivencias de un Policía"
Magnífica entrevista que nos muestra una terrible realidad de nuestra sociedad. No podemos olvidar agradecer siempre el apoyo, protección y humanidad de nuestras fuerzas de seguridad y demás profesionales implicados en cada caso para ayudar a las víctimas. Comparto.
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